miércoles, 17 de julio de 2013

Nuevo modelo de Nación para salir de la depedencia





Víctor Raúl Benítez G. (MSc)
Profesor Fundación
Getulio Vargas (Brasil)
Director General Diario 5/días


Las principales discusiones geopolíticas y económicas del Paraguay en el 2013 son: a) el reingreso o no al Mercosur en un escenario melancólico de dignidad herida y; b ) la continuidad o el corte gradual de los privilegios impositivos al sector agroexportador.

Sin embargo, a juzgar por lo que este tipo de debate ha rendido en los últimos años, se podría decir que los resultados serán estériles. Con este nivel de creatividad, no hay nada nuevo que pueda cambiar el modelo actual de desarrollo y pagar la deuda social que se debe a la Nación. Hagamos una tormenta de ideas sólo para ver otras perspectivas. Aunque sea de manera terapéutica.


EL MODELO ACTUAL GENERA POBREZA

El modelo sojero (y el ganadero) ha convertido al Paraguay en una gran “fazenda” alquilada por colonos brasileros a precios irrisorios, sin impuesto inmobiliario (comparados al IPTU del Brasil es un regalo), sin generación de empleos (soja = 2 horas/ hombre/año/ hectárea) y sin controles de SEAM (comparados a las exigencias del IBAMA del Brasil, es una zona liberada) lo que ha creado un gran pasivo ambiental.

Al mismo tiempo, la agricultura mecanizada no ha pagado impuestos (comparados al IR + CS + ICMS + IPI + PIS + COFINS + FGTS + INSS, etc. del Brasil, es un paraíso fiscal) como para que en todo caso el Estado paraguayo pueda ejecutar políticas públicas compensatorias a la ausencia de empleos y a los daños causados al medio ambiente.

Las críticas al proceso de integración del Mercosur por parte de los empresarios y los políticos responsables por la tarjeta roja recibida luego del juicio político, tienen una salida muy simplista: retirarse del bloque. Al mismo tiempo, es un rebusque muy limitado, la prospección de nuevos mercados hacia el Asia por medio de la Alianza del Pacífico para vender productos que serán probablemente los mismos, básicamente alimentos, en estado natural o con algún grado de industrialización. Nuevos rumbos “gatopardianos”, para que todo siga igual.


UN NUEVO CAMINO

Si se continúa por el mismo camino agroexportador, los avances serán limitados. Se seguirá con alta dependencia del clima o de la aftosa. Un modelo diferente podría comenzar buscando otros aliados pero no precisamente para vender al Asia.

Sólo como tormenta de ideas, se podría comenzar pensando en qué pasaría si el Paraguay se propone montar y vender productos con piezas del Asia, pero, dentro del Mercosur. Veamos sólo como ejemplo. Existe un socio geoestratégico todavía desconocido: Taiwán. Líder en el mundo en la producción de mouses, placas madre, scanner, monitores, tarjetas de redes, tarjetas gráficas y de video, notebooks y CD-ROM. 

No obstante, la geo-estrategia paraguaya ha estado negociando con este gigante del Desarrollo Económico-basado en Tecnología, apenas la donación de recursos para construir casas populares, erigir un edificio sobrefacturado para el Congreso y para enviar becarios/turistas del funcionariado público y políticos de todos los partidos, a conocer el Asia. De transferencia tecnológica y atracción negociada de inversiones para montar industrias de base tecnológica: ¡NADA!

Todo el mundo quiere saber cómo esta economía -que en los años 60 era tan rural como el Paraguay- pasó a tener un desarrollo flexible y adaptable, basado en la innovación gerencial, las industrias de circuitos integrados, semiconductores, nanotecnología y opto-electrónica. Menos nosotros, sus aliados, los paraguayos. Incluso China continental tiene alianzas de cadenas de montaje de productos de alta tecnología con Taiwán. Ejemplo concreto son las fábricas taiwanesas de Fox Conn localizadas en el continente.

Acceder a tecnología de punta, dominada por los taiwaneses, es una carrera de todos, en el mundo de la tecnología de la información -TI. El mismo Brasil, nuestro vecino -que está realmente atrasado, por ejemplo, en productos de alta tecnología- está buscando disminuir su brecha de T I, intentando su primera fábrica de semiconductores (chips) con tecnología alemana, con waffers de series cortas y márgenes elevados. Nuestro aliado Taiwán, tiene la tecnología para series largas y márgenes menores.

El Brasil, no tiene alianza con Taiwán como el Paraguay. Este país podría ser ideal p ara establecer un modelo de inteligencia competitiva trinacional multicultural con Brasil y Taiwán. El primero, con un atractivo mercado, sin industrias verdaderas de alta tecnología (apenas montadoras), podría acceder a la tecnología y el capital de inversión de Taiwán. El Brasil tiene alianzas -por ahora conflictivas en relación a Taiwán- con China continental. El segundo,

Taiwán, no tiene fábricas propias de base tecnológica, en toda América Latina. Paraguay tiene con Brasil un territorio de soberanía neutra como es el Parque Tecnológico de Itaipú y tiene, mientras tanto, el tratado del Mercosur, que si no se sale del mismo, es muy atractivo. Hasta la fecha, el PTI ha sido utilizado como herramienta para drenar recursos para proyectos intrascendentes, es hora de que comience a rendir lo que debe.


TAIWÁN ES UNA ALIANZA CON SUB-DESEMPEÑO SATISFACTORIO

Es en este espacio geográfico donde podrían converger dos países que no tienen alianzas establecidas: Brasil y Taiwán. Paraguay podría ser el país articulador. Taiwán es el tercer mayor productor mundial de circuitos integrados y computadoras personales, y el segundo productor mundial de semiconductores.

La laptop más vendida en el mundo es A CER, taiwanesa. S u mayor empresa es la TSMC (Taiwán Semiconductor Manufacturing Corporation). Como ejemplo, el gigante Fox Conn (ya citado), taiwanés, es uno de los mayores proveedores mundiales de piezas para la industria del hardware.

Entretanto, en Paraguay nos preocupamos por sacarles un cheque para construir casas en Marquetalia. Esa es la máxima innovación que se les pudo ocurrir a los políticos paraguayos. Nicanor, el innovador. ¡Vaya capacidad de negociación! He mantenido reuniones con empresarios y científicos europeos, expertos en “tecnología de la información”, que están trabajando en prospecciones en América Latina para conocer el mundo de los nuevos mercados de alta tecnología.

Uno de los análisis compartidos sobre las posibilidades concretas del Paraguay para insertarse en la Nueva Economía, supone un mejor aprovechamiento de su alianza con Taiwán. Ellos no pueden creer que el Paraguay haya obtenido tan pocos beneficios de su relación con este país asiático. En una prospección futura de nuestra alianza con Taiwán, es importante subrayar el rol estratégico y al mismo tiempo conflictivo que cumplirá esta potencia tecnológica en los próximos 15 años. Taiwán necesitará cada vez más, fortalecer sus alianzas geopolíticas, debido a que posiblemente es uno de los pocos países en el mundo cuya misma existencia podría provocar desastres económicos de alcance global.


EL MOMENTO ES OPORTUNO

En el 2013, más aún con un nuevo Gobierno listo para asumir, estamos en el momento de inflexión ideal para un nuevo “Modelo de Desarrollo de la Nación”, que permita a las economías individuales crecer a un ritmo más acelerado adaptándose mejor a los cambios que vienen y que vendrán.

Finalmente, Paraguay debe despegar y dejar de responder a lo que a firma Francis Fukuyama en un artículo publicado por Foreign Affairs en noviembre del 2007, al referirse a América Latina: "procurando profundizar sus instituciones democráticas, integrándose a la economía mundial, pero, todavía, con grandes inequidades sociales". 

lunes, 15 de julio de 2013

Desnudan proyecto de Brasil de apoyar un sistema bolivariano en Paraguay

Esta es la confesión de los planes de Brasil para recrear en latinoamérica una nueva URSS
Es este país y no Cuba ni Venezuela, es el que lleva adelante la política del Socialismo del Siglo XXI, siempre  obteniendo rédito económico y comportándose como un verdadero imperio moderno.
Ahora van a castigar brutalmente al Paraguay por no acatar sus órdenes y tener un pensamiento político y económico/social distinto, sin ideologías

El asesor en asuntos internacionales de Brasil, Marco Aurelio García, en un artículo escrito en la revista trimestral “Política Externa” del vecino país, desnuda el proyecto de Brasil de apoyar un modelo bolivariano en Paraguay, bajo la presidencia de Fernando Lugo. Por otro lado, reconoce que nuestro país no aprobó el ingreso de Venezuela al Mercosur. El texto de referencia tiene como llamativo título: “Mercosur es igual a menos Paraguay y más Venezuela”, como un preludio de lo que finalmente está ocurriendo.
El influyente hombre de la diplomacia brasileña, Marco Aurelio García, hizo un análisis de la situación paraguaya, del porqué de la caída de Fernando Lugo. El escrito fue publicado en la revista trimestral “Política Externa” del vecino país.
Para García, Lugo había ganado las elecciones, mas no el poder. 
“Esto porque el poder no es un lugar que se pueda tomar como la izquierda creyó durante un cierto tiempo. El poder es, antes, la expresión de una correlación de fuerzas que envuelve factores económicos, sociales, políticos y culturales. Para alterar esa correlación de fuerzas no basta llegar al gobierno, menos a una parte de ella, como ocurrió en Paraguay. 
Es necesario tener ideas e instrumentos de movilización capaces de construir mejoras en torno a un proyecto de cambio”, analiza.
Agrega que la avalancha de cambios sociales y políticos por las cuales va pasando América del Sur en los últimos 15 años abría tres caminos para dar gobernabilidad a los presidentes. Y en esta parte señala –casi cuestionando a Lugo– que el expresidente no ha sido capaz de instalar “un nuevo orden” como el que se estaba imponiendo en países como Venezuela, Ecuador y Bolivia, bajo el régimen bolivariano.
“En un país donde había correspondencia automática entre la votación para el Ejecutivo y el Legislativo, cabía al Presidente construir una mayoría parlamentaria con base en acuerdos programáticos y la conformación de un ministerio que refleje una coalición hegemónica”, acota.
Agrega que en aquellos países, donde el ingreso de nuevos actores sociales en la escena política se encontraba con instituciones obsoletas, hacían transformaciones políticas profundas, capaces de viabilizar las promesas de reformas económicas y sociales que habían llevado a los nuevos gobernantes al poder.
“Se imponía, en este caso, la necesidad de una refundación institucional, que se ajustase a la nueva correlación de fuerzas reveladas en las urnas. 
En la mayoría de los casos, esa ansiedad de refundación puso en el orden del día la convocatoria de Asambleas Constituyentes capaces de diseñar una nueva institucionalidad. Este fue el camino seguido, en la última década, por Venezuela, Ecuador y Bolivia. Las constituyentes hicieron surgir en estos tres países un nuevo orden constitucional, legitimado en referendos populares, y conferían a sus presidentes la gobernabilidad de la que carecían sus antecesores. 
Lugo no siguió ninguna de estas alternativas”, señaló García.
Asegura que el gobierno de Lugo no logró construir una base parlamentaria que le haga efectivo el sustento ni convocó a los movimientos sociales para presionar en favor de un cambio institucional que permitiese realizar los cambios exigidos por sus electores.
“A consecuencia de esta indecisión sobre el camino a seguir se dio por un lado la desmovilización de sus bases sociales y, por otro, una creciente movilización de los partidos políticos y grupos tradicionales en contra del Presidente, incluyendo a los liberales (aliados para las elecciones).
Ingreso de Venezuela
García, al referirse a la causa de la destitución del presidente Fernando Lugo en 2012, menciona como “otro elemento de carácter coyuntural más relevante” el caso de la masacre de Curuguaty.
 “El lamentable y hasta ahora oscuro episodio hace parte de una serie de conflictos en el campo paraguayo, que el Gobierno venía soportando desde un inicio”, dice.
Menciona, por otro lado, que el Parlamento paraguayo también cuestionó duramente la firma del nuevo protocolo democrático del Mercosur, más conocido como Ushuaia II.
“No pasó desapercibida la hostilidad de parlamentarios anti Lugo hacia el protocolo Ushuaia II. Los senadores consideraban que ese documento golpeaba la soberanía de Paraguay e hicieron que su aprobación por Fernando Lugo (ad referéndum del Senado) sea uno de los argumentos centrales de la acusación constitucional para su destitución”, acota.
Finalmente, el influyente funcionario se refiere a la suspensión de Paraguay del Mercosur y reconoce que el ingreso de Venezuela se realiza pese a que Paraguay no lo aprobó.
“En la reunión de Mendoza, Argentina, Brasil y Uruguay decidieron también, por consenso, resolver una cuestión pendiente hace años: la formalización del ingreso de Venezuela al bloque, aprobada por los Congresos de los países del Mercosur, a excepción de Paraguay”, manifiesta.
García es integrante del Consejo Editorial de la revista en la que escribió su opinión.

Artículo extraido de ABC Color publicado el 14/07/2013
Fernando Palacini - 15/07/2013 - Asunción - Paraguay